Arte y Naturaleza

ARTE

PAPEL MARMOLADO
Técnica para forrar libros.

Para realizar esta técnica, necesitarás:
- Palanganas anchas
- Agua
- 2 ó 3 pinturas al óleo
- Papel de diario
- Papel blanco
- Una aguja de crochet o palito de madera (sirve para mezclar colores)
- Un peine
- Una prensa o bien una guía de teléfono (puedes utilizar cualquier soporte pesado)

Procedimiento
Pon unos de 10 cm de agua en la palanca y ¡no te olvides de proteger la mesa con muchos papeles de diarios!
Deja caer unas gotas de pintura encima del agua, el color se irá extendiendo y comenzará a formar círculos; si es demasiado espeso caerá al fondo.
Mezcla con cuidado los colores con la aguja de crochet o palito de madera sin remover, simplemente juntando los colores.
Para crear un efecto diferente, también podemos pasar un peine y, cuando el resultado de la mezcla nos guste, debemos sujetar la hoja en blanco y colocarlo con cuidado en la superficie del agua. Luego, levántala con cuidado y déjala escurrir un par de segundos.
Ahora deberás extenderla encima de las hojas de diario; ¡pero ten cuidado que no queden arrugas!
Déjala secar; la pintura con aceite tarda mucho.
Para aplanar la hoja, colócala entre dos hojas de papel común y ponles encima la guía de teléfono o la prensa.

¡Ya puedes forrar tus libros!

 

Naturaleza

   Mamá quiero un gato. Te prometo, te prometo que lo voy a cuidar.

Para que sepan de qué se trata les cuento la experiencia de Sam con su gato Chimichurri.

1- Para empezar es muy importante lograr que nadie te diga: “¡No te estás ocupando del gato!” Ya que una sencilla rutina puede solucionarlo todo y si tienes éxito en tu misión no podrán negarte el día de mañana un perro, tres peces o un loro.

2- El gato de Sam llegó a su casa con dos meses de edad, en ese momento necesitaba tres cosas: leche, comida y una bandeja con piedras sanitarias para hacer sus necesidades. Sam antes de ir al colegio le servía leche y alimento especial para gatos bebés en su recipiente, juntaba con palita y una bolsa sus excrementos, y lo acariciaba de la cabeza al lomo como hacen las mamás gatas.

3- Hasta acá, fácil. Cuando van creciendo se reemplaza la leche por el agua y empiezan algunos cambios.

4- ¡Socorro! La curiosidad y la agilidad de los gatos son una combinación explosiva. Quieren inspeccionarlo todo y además ¡pueden hacerlo! Es importante educarlos mientras son pequeños sobre los lugares en los que no deben entrometerse. Si comienza a caminar entre los vasos y la comida servida en la mesa hay que bajarlo y decirle: “¡Acá no!” Ármate de paciencia: “¡Acá no, acá no, acá no!” A los felinos no les gustan las reglas.

5- Si el gato ama tu cama y una noche te pica el brazo, después la espalda y más tarde la pierna: pulgas en acción. Llévalo al veterinario para que lo despulgue cuanto antes. También asegúrate que esté desparasitado ya que esto puede contagiar a las personas.

6- Si rompió dos hojas de tu agenda, se quedó colgado de la cortina de tu habitación, agujereó tu acolchado y rasgó los almohadones de living, puedes comprar un afilauñas en la veterinaria; quizás resulte más económico que comprar un sillón nuevo.

7- Si le gusta tu habitación y a la hora de dormir se acurruca ronroneante en tu cabeza, salta de la almohada a tu panza o te muerde los deditos del pie, debe cambiar sus hábitos. Jugar de día para dormir de noche y dejarte descansar.

8- Pompomes, pelotitas, lápices, piolines, todo sirve para divertirse. Verás cómo se agazapa, simula cazar y corre hasta cansarse persiguiendo los objetos, un gran espectáculo.

9- Por último, como dice Sam: “Ama a los gatos”. Disfruta de acariciar las esponjitas de sus patas, su panza de terciopelo y encuéntrate en la oscuridad con los más fascinantes ojos amarillo